Vega returns

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sábado, 13 de septiembre de 2008

La historia de Juan, el dragón que no podía volar V

Remember:

‘’ Gen cogió a la cría de dragón, y lógicamente supo que tenía que dejarlo en Castillo…Cuando llego a Castillo, tocó la puerta y se fue corriendo… al abrirla, el rey Dragón se encontró simplemente una cría de su especie con una plaquita en el cuello… en la que ponía Juan…Nadie presenció lo sucedido, pues solo quedó aquel niño elfo en la plaza y el propio Gen… así que nunca nadie supo lo sucedido… el poblado élfico atribuyó la supuesta desaparición del niño a la leyenda que ya se había formado sobre el bosque oscuro... suponían que el niño maldito se había perdido allí de nuevo, ya que nunca volvieron a verle...Poco tiempo después, se produjo la fatal batalla que relaté en la primera entrega… quedando así como único dragón en la especie, un elfo…Si queréis saber que pasó por fin el día que Juan fue a El lugar donde vivían los elfos en ese momento… no dejéis de leer la que será la V entrega de esta historia… ’’


Juan se dirigía hacia El lugar donde vivían los elfos en ese momento… estaba realmente enfadado… la palabra enfadado se queda corta para describir su estado psico-emocional en aquel momento… alicaído lo describe mejor…


Sus ojos estaban llenos de furia y solo pensaba en venganza… aunque era un dragón sabio y tranquilo, no podía pasar por alto todo lo que ahora sabía sobre su pueblo…

Aunque era la primera vez que volaba, tenía un aletear majestuoso y en pocos minutos llego a su destino…

Los elfos no podían creerlo… un dragón… después de tantos años… la leyenda era cierta… existía aun un dragón… pero tenía dos alas… y misteriosamente el ala de la puerta del poblado de los elfos había desaparecido… se preguntaban si tenía algo que ver o eran casualidades de la vida…

El elfo encargado de la vigilancia tocó la campana de la amenaza… aquel elfo se llamaba Vigía… desde la atalaya había visto un gran dragón rojo dirigiéndose hacia allí… era un elfo especialmente contrario a los dragones… los odiaba… tenía algo pendiente con ellos… y hoy era el día de subsanar esa deuda…

Todos los elfos estaban avisados…

Élfo tomo el mando, como buen druida que se precie, y se puso al frente de su pueblo… era consciente de que no podía atacar a Juan, pues un juramento había de por medio, pero algo debía hacer…

Hubo unos segundos de silencio antes de la llegada de Juan y en seguido ese silencio se tornó oscuro…

Juan no tenía intención de parlamentar con nadie, ni contar chistes, ni venia a contar historias… quería MATAR elfos…

Juan estaba ya delante de los elfos… inhaló aire, que se tornó fuego en su nariz, y justo antes de expulsarlo contra los ahora débiles elfos, Élfo hizo algo… puso sus brazos en posición de cruz con respecto al cuerpo, como queriendo proteger a todo el poblado (que estaba justo detrás de él) y miró directamente a Juan… algo extraño sucedió…

Juan se quedó paralizado… había visto algo extraño… no llegó a expulsar su rabia…

En un primer momento empezó a toser, ya que había inhalado mazo y tenía todo ese fuego ahí por salir de su boca y nariz, y lo había mantenido demasiado tiempo en su interior… había infringido la primera regla de todo buen dragón:

Si inhalas cacho, has de exhalar también, porque sino todo ese fuego y humo se queda en tu interior y claro… eres dragón, pero no inmortal…

Tras unos segundos de incerteza, en los que la gota de sudor de la vergüenza ajena ya caía en algunos de los rostros élficos… el dragón se recuperó…

Juan se quedó como una piedra sin saber porqué… aquella mirada… esos ojos de Élfo, le recordaban algo… no sabía qué…

Tenían un brillo especial… algo diferente a los demás… le pareció una mirada amiga… a pesar de no conocerlo… y es que ese elfo llamado Élfo… estaba poseído por………………. Bien.

Ese elfo había salvado a Juan de las garras de Mal… aquel niño que había posado su mano sobre el hombro de Juan hacia tantos años había crecido y era ahora el druida de su pueblo…

Élfo lo recordaba todo… y tenía la intención de contar la historia a Juan, que aun permanecía hechizado por esa mirada… no conseguía recordar dónde la había visto antes… entre otras cosas… porque nunca había estado con gente antes (excepto por los niños que le entregaron el ala, y este tío, evidentemente no era un niño…entre otras cosas porque llevaba un elegante pañuelo en su cuello).

De repente a Juan le poseyó repentinamente la necesidad de confiar en Élfo… sabia que nada malo iba a salir de él (excepto ese cursi pañuelo que rodeaba su cuello que había pasado ya de moda hacia siglos).

Élfo se acercó despacio pero tranquilo hacia Juan, y posó su mano en el hombro del dragón (sí, los dragones también tienen hombros).

Justo en ese mismo instante, una flecha atravesó el corazón de Juan… todo quedó en silencio (más aún)…

¿Qué había pasado?

Desde la atalaya… una flecha salió directa al corazón del dragón… fue Vigía… que en un intento de proteger a su pueblo (y un poco de venganza, también había), lanzó el mortal proyectil…

Él no había podido escuchar nada de lo que había pasado ni sabía en qué punto se encontraban las negociaciones Dragón-elfos, así que lo más fácil era disparar y luego pedir explicaciones…

Juan yacía inerte en el suelo… el pueblo élfico estaba a salvo…

A Vigía le supo a gloria… por fin se saldó su deuda…



(Si queréis saber que deuda tenia Vigía con los dragones y porque esa rabia contra ellos… solo tenéis que seguir la siguiente entrega de esta historia… concretamente la VI).

(¿Y qué pasará con Juan? ¿Morirá de esta manera? ¿O aun le quedara un papel que jugar en esta historia…?).

1 comentario:

siskomon dijo...

Buenas tio, nuevas tiras de alto el fuego!! ;)

Un saludo.